1. “Media Naranja”. Representa el mito romántico según el cual cada persona busca a su otra mitad. Esta idea lleva a la pérdida de identidad (ser la otra mitad de otro) y a una gran sensación de vacío tras una ruptura.
2. Pareja tradicional. Propia de épocas pasadas, basada en la desigualdad entre hombre y mujer. Aunque estable, su permanencia se sustentaba en la dependencia económica y social de la mujer.
3. Pareja abierta. Promueve la libertad individual, compartiendo solo ciertos aspectos (sexo, ocio, amistades, etc.). Algunos expertos la consideran el tipo menos estable, ya que las personas con las que compartimos poco son fácilmente sustituibles por otras con quienes también compartir poco, pero algunas parejas se sienten cómodas con este modelo. No debe confundirse con las parejas que solo abren su sexualidad de forma consensuada.
4. Pareja TERAPÉUTICA o moderna. Es el tipo de pareja que cuenta con el apoyo de los terapeutas de pareja pues favorece la autonomía, la comunicación y la negociación. Ambos deciden qué actividades, relaciones sociales u obligaciones compartir, manteniendo un equilibrio entre intereses comunes e individuales. Así la relación en algo dinámico, que dialoga, donde ambos miembros de la pareja tienen algo que aportar enriqueciéndola. La clave está en llegar a acuerdos sin imposiciones, preservando la libertad, la igualdad y el respeto.

No hay una dimensión establecida en cuanto a la cantidad de intereses que se debe compartir, varía en cada pareja. Pero se deberían compartir tantos intereses como para que su proyecto de pareja tenga sentido y se dote a la relación de estabilidad, aunque sin excederse y asfixiar uno a otro.
¿Cómo se decide qué se comparte y qué no? En base a la negociación.
La negociación es esencial: permite acordar qué actividades se hacen juntos (y cuáles por separado). Imponer los propios deseos lleva a conflictos, pérdida de dinamismo y rutina en la relación.
